(enviado por Serrana)Hasta 1949 en la esquina de Mercedes y Carlos Roxlo existía un galpón de la barraca Zunino, antes había sido una caballeriza.
Ese lugar fue elegido por los integrantes de "La Isla de los Niños", un elenco dirigido por Atahualpa del Cioppo que se dedicaba a hacer teatro infantil, hasta que el elenco crece y pasa a llamarse "La Isla", para levantar una sala teatral. Para llevar adelante tal empresa se unen con el elenco de "Teatro del Pueblo" y después de dos años de trabajo logra inaugurarse la sala "El Galpón".
Era una de las primeras experiencias de teatro independiente con sala propia, el pequeño detalle era que había que construirla y dinero no había. Así que juntan sus ahorros, sacan préstamos, pagan los planos a un arquitecto y resuelven transformarse en albañiles, electricistas, etc., etc. Pero no era suficiente que la mano de obra fuera gratuita, había que comprar cientos de cosas y para ello lanzan campañas de todo tipo. Desde el más típico "mangueo" puerta a puerta y bonos donación hasta la recolección de todo aquello que fuera vendible diarios, revistas, ropa, envases, etc. La gente del barrio bien sabe que esa sala se levantó con la colaboración de todos.
Pero tan díficil como levantar la sala, fue la unión entre las dos compañías. Surgen problemas internos que culminan en una famosa asamblea que duró apenas seis meses.
Finalmente buena parte de la compañía "La Isla" queda con la sala "El Galpón" y otro grupo con el nombre de "Teatro del Pueblo" y bajo la dirección de Domínguez Santamaría continúa su actividad deambulando por diversas salas hasta que adquiere la suya en 1953 en la calle Yaguarón esquina San José.
A la historia de El Galpón está vinculada buena parte de la historia del teatro independiente de nuestro país. Allí se estrenó casi todo Brecht, hubo éxitos resonantes como "La ópera de dos centavos", "El círculo de tiza caucasiano" que fue llevada a Buenos Aires con tal éxito que se trasmitió por TV en vivo una de sus funciones.
Prácticamente desde sus comienzos El Galpón tuvo su Escuela de Arte escénico, lo que le permitía seguir incrementando el número de su elenco; tuvo un elenco abocado a los títeres, un seminario de autores nacionales que permitió estrenar a autores como Mauricio Rosencoff, Juan Carlos Legido, entre otros y fundamentalmente mantuvo una política de extensión cultural que consistía en ofrecer funciones a escuelas, liceos, sindicatos, etc. como una forma de llevar el teatro a quienes no eran espectadores teatrales.
En 1964 el crecimiento de la Institución era tal que resuelven adquirir un cine "El Gran Palace" ubicado a pocas cuadras, en 18 de Julio y Roxlo, donde actualmente funciona la única sala que posee El Galpón.
La campaña para la compra de la sala 18 parecía una misión imposible que se realizó a base de esfuerzo y de porfía, se lanza una campaña de socios colaboradores que llega a todos los barrios de Montevideo, se reciben donaciones, se hacen funciones en cuanto lugar se lo solicitara, hasta que finalmente El Galpón cuenta con dos salas.Entre los éxitos de la sala 18, inaugurada el 9 de enero de 1969 con la obra de B. Brecht "El Señor Puntilla y su criado Matti", cabe señalar "Libertad, libertad", "Fuenteovejuna", "Las brujas de Salem".
Arthur Miller (1915), autor norteamericano que entre otras escribió "Las brujas de Salem", fue estrenado en varias oportunidades en nuestro país.
El Galpón elegió esta pieza justamente en la época que en nuestro país comenzaba la "caza de brujas", la misma que impulsó al autor a escribir la pieza, frente a la política llevada adelante por el Gral. McCarthy, de buscar comunistas en el ambiente teatral y cinematográfico.
La expresión "caza de brujas" fue llevada acabo después de la segunda Guerra Mundial y por supuesto no solo fue contra los comunistas, sino contra todos aquellos que pudieran ser considerados progresistas. Es conocida la historia del matrimonio Rosenberg que fueron condenados a muerte por la acusación de ser espías de la Unión Soviética (hecho que nunca pudo comprobarse).
La historia que cuenta Miller, se basa en un hecho real, ocurrido en la ciudad de Salem en 1626 donde 19 mujeres son acusadas de "brujas". Lo insólito del caso es que en 1954, casi 300 años después, el Congreso anuló ese juicio y declaró que las "brujas" eran inocentes.
Es un excelente ejemplo del dicho popular "la justicia demora, pero llega", ahora, ¿no podría ir un poquito más rápido?
Dice el programa de esta obra:
LA LIBERTAD URUGUAYA"El Galpón ha cumplido 21 años. Hace ya un tiempo que estábamos preocupados por la búsqueda de nuevos textos que reflejen los cambios producidos en el mundo en los últimos años. Aquellos textos que sustituyan nuestros Brecht, Miller de la década de los 50. La situación en el orden político: la guerra de VietNam, el neo nazismo y en América Latina la revolución cubana y el estado pre-revolucionario del resto del continente, son hechos que no pueden pasar inadvertidos a un teatro, que ha hecho de su militancia, de la exposición de los problemas de su tiempo, una bandera".
Sin duda que la elección de la obra fue un acierto para aquellos tiempos y el éxito no solo se debió a ese elenco que tenía que plasticidad escénica de pasar de un instante de un personaje a otro, sino que además era capaz de cantar temas latinoamericanos de diferentes ritmos con ajustado tono e intención.
(Foto de "Libertad, libertad": Miriam Gleijer, Dardo Delgado, Stella Texeira, Carlos Banchero, Miriam Paguas.)
Con buena parte de su elenco preso, la Institución Teatral El Galpón con Olga Cerviño, Juver Salcedo, Lilian Olhagaray, resistía.
En 1976 presentan en escena "El gorro de cascabeles" de Luigi Pirandello.
El 7 de mayo de 1976 quien usurpaba la Presidencia de la República decreta:
Art. 1: Disuélvase la Institución Teatral El Galpón, cancelándose su personería jurídica.
Art. 2: Clausúrense sus locales, procediéndose a la incautación y depósito de todos sus bienes y a la interdicción de todos los valores depositados en cualquier forma en las Instituciones bancarias a nombre de dicha Institución.
Art.3: Destínese para el cumplimiento de los fines culturales de la Universidad de la República el uso de la sala en la Avenida 18 de Julio 1618/20. Reintégrese a su propietario el local ubicado en la calle Mercedes 1590.
Art.4: Cometer al Ministerio del Interior el cumplimiento de las medidas dispuestas en el presente decreto.
Art.5: Dése cuenta al Consejo de Estado
Art.6: Comuníquese, etc.
Es interesante comprobar la total inexistencia de fundamentos en el decreto que transcribimos, de consideraciones de cualquier tipo. Se limita exclusivamente, por causas desconocidas a robarle a El Galpón sus bienes.
El Galpón pasa buena parte de su exilio en México, se fue acercando de a poco. Su llegada a Buenos Aires fue apoteótica. Allí presenta "Artigas, General del Pueblo".
Los uruguayos esperabamos ansiosos el estreno de esa obra, pero cuando el elenco llega a Montevideo en medio de una fiesta popular, re- estrena "Pluto" en el Teatro Stella D'Italia, llamado "La Gaviota" desde que Juver Salcedo junto a Lilian Olhagaray formaron Compañía estrenando justamente esta obra de Chevoj.
Cuando el gobierno del Dr. Sanguinetti, finalmente devuelve su sala a sus legítimos dueños, allí resuelven presentar el "Artigas". No podía ser en otra sala que esa, la suya, la que habían logrado comprar realizando miles de sacrificios, la sala que
todos los teatreros ayudamos a construir.
Cuentan que "Artigas, General del Pueblo" tuvo cinco versiones, hecho lógico si se piensa que fue representada ante públicos latinoamericanos que no tienen tan presente la figura de Artigas como nosotros. La primer versión duraba más de tres horas, la ofrecida aquí algo más de hora y media. A nosotros no necesitaban contarnos quién era Artigas, por ello la obra a medida que se acercaba al Río de la Plata se iba acortando.
Díficil empresa la que asumió Ruben Yañez a representar a Artigas sin caer en el "estatuismo", haciendo del héroe nacional un hombre con sus virtudes y susdefectos.
La puesta en escena fue de una notable creatividad, con un enorme lienzo que representaba a la patria, los actores bajando a la platea comunicaban que el General se iba, que nada debía quedarle al invasor. Sin duda que esa escena tocaba muy en el hondo nuestros sentimientos y estaba realizada con un movimiento de masas espectacular.
Conocemos la historia, así que no la vamos a contar, solamente un recuerdo a la última escena, cuando Artigas ya traicionado por sus generales, a punto de morir dice: "Ensíllenme el caballo, llegó la hora de clarinar".
Bien dice en el programa El Galpón: "En cuanto a los objetivos, hemos emprendido este trabajo como homenaje a las luchas del pueblo uruguayo, único y legítimo depositario nacional del legado artiguista como aporte al mutuo conocimiento de nuestros valores y como gratitud a tanta solaridad latinoamericana".
El homenaje fue el que el público le brindó a El Galpón función tras función, por la elección del texto, por la dirección de César Campodónico, por el trabajo de Ruben Yañez y sobre todo por ser parte de ese pueblo que en todas las circunstancias defendió el legado artiguista.
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