- El Chancho Riera iba al matadero con su carretilla a buscar cabezas y tripas para darle de comer a los chanchos. Me acuerdo de las orejas que colgaban de la carretilla.
- Vi por ahí el asunto de "andar engatado / engatau". Me acuerdo de Mario, cuyo apellido no voy a dar, que decía que andaba "con un gato internacional".
- Un día el pueblo se alborotó. Las calles se llenaron de silencio. La voz corrió por todos lados: se llevaban a un preso. Varios camiones, camionetas, armas de todo calibre. Hasta miedo en las caras tenían ellos... Habían ido a buscar al peligrosísimo Angelito!
Crimen: sindicalista, lleno de bondad, sereno y, delito supremo: optimista. Salú Angelito!
- Vi por ahí también una referencia al poncho de Ohleguy. Era muy grande su poncho.
Eso sí, cuando alguien metía demasiado la pata, se decía que esa persona se había mandado "una cagada tan grande que no se tapa ni con el poncho de Ohleguy".
Y hablando de ponchos, me acuerdo del reglamento que mi padre siempre me enseñó. Trataré de no ser grosero para que pueda quedar el reglamento en el sitio y sirva a las generaciones futuras:
En el campo hay leyes, por grande y ajeno que sea. Por ejemplo, para ir al baño (entiéndase a defecar campo afuera) hay que alejarse una distancia mínima de 100 metros de la casa y, preferentemente, buscar un cardo o un matorral que proporcione intimidad. Si la persona lleva poncho, la distancia puede reducirse a la mitad, o sea 50 metros. Esto último es relativamente útil en caso de extrema urgencia, o de lluvia, por ejemplo.
- Se acuerdan del boliche de Barón, en la calle Tacuarembo? Y del de la Negra Baez? Y del Zarpazo? Centros sociales de la soledad, desguazaderos de barcos fantasmas sin timón, entibiadores de corazones, de gargueros y de entrepiernas.
- A mí, en realidad, me gustaban las matinés del cine Artigas. Más chico, con pasaje directo para el Centro Democrático y todo. Y a veces había alguna película subidita de tono. Llegamos a ver a la Isabel Sarli en la piscina.
Por supuesto, en la primera fila, estaba Sarandí. Allí se sentaba para "ver la película antes que los demás". Las malas lenguas decían que aprovechaba la soledad de la primera fila ... Andá a saber!
- El carnaval era lindo. Y volvió a ser lindo. Lo sé porque lo pude ver hace poco.
En aquella época estaban sólo "Los Solterones" y la "Soplala que está pinchada" (la murga del cuartel!) Un servidor llegó hasta mascarito, nada más.
Habían varios tablados. Me acuerdo del tablado del barrio "La Alegría" (qué nombre!, imaginado en los años tristes).
Y después estaban las quermeses, con palo enjabonado, carrera de embolsados, la carrera con la cuchara y la papa en la boca, el chancho enjabonado, la sortija y todo ... qué lo tiró! No precisábamos ni pleisteiyon ni televisión. (Parezco un viejo, no?)
- No voy a dar ningún nombre. Se cuenta que una estanciera le preguntó a un peón: "¿Cómo sabe el toro que la vaca está caliente?" -"Por el olor", contestó él. -"Entonces usted está resfriado", dijo ella. Conocí a algún descendiente de esa estanciera ... y se parece al peón! ¿Casualidá?