Tengo 66 añitos. Yo vi las botellas de “gaseosa” (creo era la Limol) con tapa de bolita, pero tomé sólo una vez, en casa de mi abuela. Cambiaron enseguida, sería por el 1953-55. Esas botellas tenían en el cuello una gomita, que no sé para que servía, tal vez para taparlas entre trago y trago. Mucho después aprendí a tomar “gaseosa” cortada con granadina y, si eras muy audaz, con menta! En esos años, se bebía vino de diversas marcas, pero brillaba Faraut. En cervezas, existían: Doble uruguaya (se tomaba en una jardín donde era el palacio de la cerveza, calle Yatay, al lado de la Facultad de Medicina, allí sólo servían bebidas, cerveza doble u y refrescos, frankfurters que hoy, argentinizados, son “panchos”, ja, pizza y fainá). También estaban los “chopp” del Rodelú! Pilsen surgió mucho después. Poco después salió la cerveza Norteña y también la malta Paisanita (ambas de Paysandú, claro). Los refrescos eran: Bidú (un jarabe muy dulce, bastante horrible), Mandarina Urreta, Naranjita “La salteña”, y la famosa Bilz “sinalco”. Cuando llegó la Coca cola yo tendría unos 8 años (1956?, capaz alguien lo recuerde mejor). Obviamente el mate era diario, y mi bisabuela y mi tatarabuela se hacían un horripilante mate cocido con leche, para mi gusto, repugnante!. Por supuesto, se tomaba té (principalmente de yuyos, cedrón, manzanilla) y a veces podían pagar té de té, y hasta café que no fuera de yuyos. Cascarilla sustituía al chocolate, muy caro, pero después como dijo algún aquí, salieron al mercado el Toddy y sucedáneos. La lecha venía en botellas de vidrio verdoso, primero con tapa de cartón encerado, y años después con tapa de aluminio. Te la dejaban en la puerta, donde ponías las botellas vacías para mañana, con la plata, ¡que nadie se robaba! (con el diario era similar, aunque no es el tema). Años después empecé a tomar yogur Conaprole en iguales botellitas (sólo que de 200cc o algo así), que era espectacular y espeso, pero caro. No quiero hacerla más larga, chau a todos!