Cómo cambia el lenguaje! - Prof. María Antonieta Dubourg
Todos somos conscientes de que en el lenguaje se producen continuamente cambios. Cada generación va dejando su huella en él. Pero, rara vez nos detenemos a pensar qué palabras se perdieron, que dichos dejaron su lugar a otros.
Para demostrar cuánto más cruel se ha vuelto el idioma, nos referiremos a los términos que se consideraban insultos en épocas pasadas y que han desaparecido. Más bien, han sido sustituidos por otros más duros, más hirientes, más soeces.
* Bribón
En español: haragán malicioso.
Aparentemente, la palabra deriva de Biblia. Se denominaba "bribia" a la persona que no tenía en cuenta las Sagradas Escrituras, que tenía una vida desordenada y licenciosa. "Bribia" se convirtió en "bribión" para establecerse luego como bribón.
El término "briba", con el significado de "mala vida" figura en el diccionario.
* Energúmeno
En español: persona que no puede controlar sus impulsos.
Del griego eigon(acción, trabajo) y "menos (furia, impulso).
El vocablo se refería a los poseídos por el demonio.
* Estropicio
En español: destrozo, estrago. Se aplica, en sentido figurado, a las personas cuyo estado exterior es deplorable.
Del italiano, del verbo "stroppiare" (deshacer, destrozar).
* Gandul
En español: holgazán, haragán, astuto.
Del árabe "gandul" y este del persa "gandur". Denominaba a un hombre joven, sin dinero, que intentaba no mostrarse tal cual era, para lograr seducir.
* Granuja
En español: bribón, pícaro, muchacho vagabundo.
Del latín "granum". Se aplicó, en un primer momento, al grano de la uva (figura aún esa acepción en el diccionario). Luego denominó, en sentido figurado, a una banda, un racimo, de chiquillos, ladronzuelos.
Por último, nombró a individuo de malas costumbres.
* Malandrín
En español: maligno perverso. Existe, también, la forma "malandra" que el diccionario define de la misma manera que la anterior, pero que atribuye al vocabulario coloquial de Argentina, Perú, Chile y Uruguay.
Del italiano "malandrino" (individuo peligroso) y este del latín, de un término que hacía referencia a un tipo de lepra.
* Mentecato
Del latín "mentecaptus", con la mente atrapada, incapaz, por lo tanto, de pensar coherentemente.
En español: tonto, falto de sentido común.
* Mequetrefe
En español: persona entremetida, de poco provecho.
Distintas explicaciones dan los estudiosos al origen de esta palabra:
Para unos, proviene del árabe hispánico, de un término que significaba "de andares orgullosos"; para otros, del portugués, de "meco" (hombre libertino, astuto, malicioso) y "trefe" (travieso, delgado); para otros, del inglés, de "maketripe" (vendedor de baratijas).
* Pánfilo
En español: bobalicón, lento para tomar decisiones.
Proviene del término griego "pamphilos", compuesto por el prefijo "pan" (de todos) y "filos" (amigo). En su origen, se aplicaba a quien era excesivamente bueno, amigo de todos. Pero, como las barreras entre la bondad y la bobera son muy frágiles, la palabra pasó a tener una connotación negativa.
El tiempo se ha llevado a todas estas palabras. Raramente se escuchan. Si se las compara con los insultos actuales, se concluye que el lenguaje se ha vuelto más sórdido, más hiriente.
Y de este cambio somos culpables los usuarios que modificamos y muchas veces "deterioramos" el idioma.