Realmente con todos los cambios que ha sufrido la ciudad con el progreso que ha sido retroceso da mucha nostalgia todo. Que lindos tiempos y que lindas infancias. La escuela 7, la calle Dr. Rivero y Garolini esquina de juego de bolitas, la esquina del pino. Hoy dia ya hasta el barrio es distinto, todo ha cambiado, el patio de recreo de la escuela es un liceo y las calles luminosas son calles oscuras y desiertas de todos aquellos vecinos que eran casi parte de la familia por su unidad y confianza. Las carreras de chata, el juego al cordon, futbol y pelota de mano en la calle en ese espacio abierto de la Avenida que hoy es W. F. Aldunate, La mancha y la escondidas en las noches calurosas y frias, las picardías de jóvenes sanas y sin perjuicios para nadie. El cambio de revista Marnel y los canjes según como estaba conservada la revista, recuerdo los montones de revistas que te ofrecía según las que llevabas por 0,50 pesos y 1 peso las mejores. La plaza de deportes con Corbo a la cabeza, buen hombre si los había. Pobres y ricos sentados en el mismo banco o pupitre sin marcar diferecias, no importaba gamo, pampero goleadores o parabiago, todo era igual, hoy día las marcas y la discriminación estan al orden del día. Yo jugaba en Plaza Rivera, en la época de la camiseta azul y roja, auqnue la anaranjada y después la amarilla y azul fueron las primeras. Las primeras épocas de Luzero como entrenador. Por ahí recordaban a Francisco y su carrito del Luchador, una canción lo dejó en la memoria de todos. Jaramillo, El Sr. Gordo y su carro, el "hola hola", ALFREDITO, pobre Alfredito, el Sr. de los Higos y su grito AHIGO!!!, AHIGO!!, muchos recuerdos, muchos. Yo volví a Minas solo que no estoy en el Barrio Olímpico de donde era, y como se que es otro totalmente a ese Barrio quiero hacerle un recuerdo entre tantas cosas porque fui muy feliz en mi infancia. Tengo 41 años en este 2013. Todo cambio, hoy por hoy estoy segurísimo que el dicho "todo tiempo pasado fue mejor" es una verdad enorme. Quiero recordar por último "El campito", allí nos reuníamos a jugar al futbol, venían de todos lados, daba al fondo de la antigua casa de mis padres y para la Avenida Artigas donde hoy esta la casa de los gitanos. Fui muy feliz sin dudas teniendo mil cosas menos de las que hoy día tienen los niños de ahora que parece que viven en la miseria contando con aspirar a mas material que sin dudas va en inversamente proporcional a la felicidad verdadera. Un abrazo a todos los de esa época.