Hoy quiero compartir con Udes. silenciosos amigos y amigas que poco decís en esta pagína, algo de Canelones de la zona de Mosquitos, del cual ha salido un libro muy reciente como me comentara el Querido Juez de Paz de Soca y sale en todos los medios. Quiero recordar Soca y sus vistas desde la loma de la escuela y la iglesia con forma de cruz desde donde disfrutamos el pueblo a los pies de la cuchilla, pero hacia el norte vemos los cerros de mosquitos y por el costado del pueblo el arroyo del mismo nombre, si nos acercamos a las curvas de la 35 que va hacia Floresta, hacia el este a lo lejos como descansando en el horizonte las sierras azules, la de las Animas y el Pan de Azúcar y al volver la vista atrás el pueblo desde la loma de lo de Abella o el mirador de lo de Simonetti hasta la escuela o el establecimiento de Weissman, en el medio los eucaliptus de la 35 la viña y los frutales de la granja de los García, frente a las casas de los Fernández, llegados de ESPAÑA luego de la guerra y que nos acompañaran (Paquito y Noni) desde antes de la Escuela. caminando hacia el este por el largo camino de tosca o ripio que va a dar en la ruta 9 cerca de Capilla Cella, las viñas, las granjas, chacras, huertas, allí a lo de los Longhi ibamos en la niñez con mi Padre Ruben Rodríguez Estévez y mi Madre Leila Grenni Basso a buscar la uva, caminando y deslizándonos por las barrancas que bordeaban el camino. DEL otro lado hacia el oeste, el camino al puente viejo de hierro, que contaba mi Padre que lo trajeron de Francia, era para el río Sena, pero no alcanzó y lo trajeron para el Mosquitos. por allí bajámos a pescar en la parte del curso medio del arroyo, bajo la sombra frondosa de los árboles, mojarras y algún bagre. el puente nuevo, en el cincuenta y cinco en una mañana de domingo lo inauguró Don Luis Batlle Berres volviendo del interior de regreso a Montevideo, decían que lo inauguró a la apurada sin nadie del pueblo porque estaba apurado por retornar. También allá por los cincuenta, todo cargado de historias, el Padre PENSA, le puso música al pueblo, parlantes por donde pasaba música y campanas a los cuatro vientos, se subía y trepaba por todos lados y era común verlo sentada arreglando algo entre la cruz y las campanas de la Parroquia frente a la arbolada plaza tupida con sus palmeras y paraísos, donde hasta hace poco aun estaba una magnolia japonera y un gomero que mis Padres regalaron a la Junta para los canteros de la linda plaza. Lindo Pueblo, Nuestro Pueblo de noches de verano con bichitos de luz en los campitos baldíos junto a las casas, donde jugábamos a los matreros o a las escondidas, allí Susana Fulino, Enrique Darriulat, Jorge y Gonzalo Cardozo, Gabriel Chury, Paquito y Noni Fernandez, o nuestros juegos a la pelota en la calle o cualquier campito, incluso el que estaba junto a casa y la de Doña Fernanda, frente a la OSE y lo de Doña Sandalia, donde también teníamos a Pedrito, Walter y Luisito Conde, los Valentín, los González, como olvidar a Romualdo, Yolanda y Dante Fachino, a Elida, Amarito, Salvador, Heber, Juancito, Tochi, el Chito y la Negra, Marito Mira, Gladys, los Durán, Graciela, el Negro y Anita, el Nene Zafra, los DE LOS Santos de la Farmacia, Hugo, y Don Julio, Don Domingo Jaurena, Silvina, Lito y Tedy, Ramoncito y Flia, Toca, Auristela, Daurriulat y la Rubia, Chichín, Morganti y Flia, los Tarán y Flia, que no se nos olvida nadie, doña Amalia, la Mamá de Salvador y del Yimbo, la Flia del Yimbo, los Mosegue, que no se nos quede nadie por el camino, Raquel y los Invernizzi, los Alvarez, los Raouffer, Felipe Píriz, Adelaida y el Tito y Nani, Minuca y Paco, Don Pancho y Flia, Ramón, Finita y Paco el mayor de los hijos de Don Pancho, Don Manuel y FLia del Parador Mosquitos, los Simonetti, los Blanco, los Laborde.
Bueno, gran noche para los recuerdos. QUE DIOS LOS Y NOS TENGA EN SU GLORIA A TODOS. ABRAZOS RUBITO. Agradecimiento a Marito Mira y Gladys, a Nicho Chury, a Margot Acosta la sobrina de Julio Rivera y al Juez actual Don Benjamín Raimondo el Benja, porque gracias a ellos siempre tengo alguna noticia.-